"Haim Cohen es uno de los chefs más conocidos de Tel Aviv. En un lugar que mezcla ingredientes y cocinas, la suya se ha hecho famosa por trabajar los alimentos con honestidad (en la selección de materiales y en los juegos gastronómicos) y hasta con ingenuidad (en la naturalidad de las propuestas). Cohen buscó a los arquitectos Baranowitz y Kroenenberg para que tradujeran ese credo en restaurante.
El resultado es un local de estética industrial, inacabada y actual, pero con la calidez de la tradición y la distinción del povera que convierte los vulgares desconchados en vestidos extraordinarios. Con suelos y paredes de hormigón, los arquitectos explican que buscaron trabajar con “agua, hormigón y acero de la misma manera que Cohen cocina con agua, harina y aceite de oliva”. La sencillez admite matices: el cemento de los muros está lijado para dejar ver las piedras que se mezclan con el polvo cuando se levanta una pared."
Texto integral de Anatxu Zabalbeascoa (site do jornal El País) e mais fotos, aqui
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