sexta-feira, 30 de setembro de 2011

S.O.S. Cultura!

(imagem retirada de Oviedo SOS Cultura)

Segundo Augusto M. Seabra, no suplemento Ipsilon do Público de hoje:

"Francisco José Viegas pretende que os teatros nacionais, companhia de bailado e cinemateca discutam com o seu gabinete a programação e que sejam tidos em conta os resultados de bilheteira - em 35 anos de Democracia nunca assistimos a nada assim na Cultura."

quarta-feira, 28 de setembro de 2011

Relação entre cor e forma, segundo Kandinsky

La relación inevitable entre color y forma nos lleva a observar los efectos que tiene la forma sobre el color. La forma misma aun cuando es completamente abstracta y se parece a una forma geométrica, posee su sonido interno, es un ente espiritual con propiedades idénticas a esa forma. Un triángulo (sin especificar si es agudo, llano o isósceles) es uno de esos entes con su propio perfume espiritual. En relación con otras formas, este perfume se diferencia, adquiere matices consonantes, pero, en el fondo, permanece invariable, como el olor de la rosa que nunca podrá confundirse con el de la violeta.

Lo mismo sucede con el círculo, el cuadrado y todas las demás formas. Substancia subjetiva en envoltura objetiva.

Aquí se hace patente con toda claridad la relación entre forma y color.

Un triángulo pintado de amarillo, un círculo de azul, un cuadrado de verde, otro triángulo de verde, un círculo de amarillo, un cuadrado de azul, etc., todos son entes totalmente diferentes y que actúan de manera completamente diferente.

Determinados colores son realzados por determinadas formas y mitigados por otras. En todo caso, los colores agudos tienen mayor resonancia cualitativa en formas aguadas (por ejemplo, el amarillo en un triángulo). En los colores que tienden a la profundidad, se acentúa el efecto por formas redondas (por ejemplo, el azul en un círculo). Está claro que la disonancia entre forma y color no es necesariamente "disarmónica" sino que, por el contrario, es una nueva posibilidad y, por eso, armónica.

El número de colores y formas es infinito, y así también son infinitas las combinaciones y al mismo tiempo los efectos. El material es inagotable.

Wassily Kandinsk, De lo espiritural en el Arte (fonte)

domingo, 25 de setembro de 2011

Apunte de Alemania, por Antonio Muñoz Molina

Claude Monet, Impressão: Nascer do Sol

Hay lugares perfectos. Hay viajes perfectos. El viaje en tren una mañana de domingo entre Hannover y Múnich, por ejemplo. Está nublado y guirnaldas ligeras de niebla flotan sobre los prados o sobre las laderas con grandes bosques de coníferas. El único defecto que yo le veo a la mayor parte de los viajes en tren en estos tiempos es que duran muy poco. El tren de Hannover a Múnich es muy bueno, buenísimo, confortable y rápido, silencioso, más aún en esta mañana en la que por ser día de fiesta hay menos viajeros. No es un tren de alta velocidad, sin embargo, ni falta que hace. Es un tren perfecto. La luz del día nublado hace más acogedor el interior de los vagones. Casi todos los viajeros van leyendo cuantiosos periódicos dominicales. Uno de los muchos inconvenientes de no saber alemán es no poder disfrutar golosamente de esas páginas tan anchas en las que todavía parece que importa tanto la palabra escrita. El rumor de las hojas de los periódicos da al silencio del interior del tren una cualidad de atmósfera de biblioteca. El movimiento es tan regular que me permite tomar apuntes tranquilamente en un cuaderno. Demasiadas tentaciones que habría que disfrutar de manera simultánea, por no prescindir de ninguna: mirar los prados y los bosques, los ríos de curso opulento y tan calmado que reflejan nítidamente en su superficie los árboles de la orilla y las nubes pasajeras, los pueblos de tejados en punta que muchas veces están cubiertos de placas solares, las agujas de pizarra de las iglesias, las fábricas que uno imagina de productos supertecnológicos y que no ofenden el paisaje; o bien leer sin levantar los ojos del libro que me acompaña en estas idas y venidas desde que salí de Madrid, La educación sentimental, en una edición francesa de bolsillo clara y gustosa de leer y con centenares de notas oportunas que explican cada nombre, cada alusión histórica; o bien escribir en uno de esos cuadernos que conviene llevar siempre consigo, y en los que uno quisiera como un dibujante hacer sketches rápidos y certeros de todo lo que va viendo; o no hacer nada, y dejarse llevar y adormilarse suavemente, con el libro abierto entre las manos, con la cabeza vuelta hacia la ventana por la que se suceden los bosques, los ríos, los pueblos, las torres de las iglesias, las estaciones, la quietud del domingo. En una de ellas se para el tren y el nombre que hay en el cartel despierta un breve escalofrío: Nürnberg. Qué raro que esos nombres que tienen sobre todo una resonancia ominosa de símbolos se correspondan con lugares reales, con esa estación en la que suben o bajan algunos viajeros, más allá de la cual se ve un horizonte de edificios industriales.

En el interior de una novela, como en el de un tren, uno se abandona a un viaje inmóvil. En el tren el viaje es a través del espacio y del tiempo. En la novela solo de un tiempo, comprimido e inventado. En La educación sentimental, tantos años después de las primeras lecturas, me doy cuenta de que los personajes viven en un mundo fronterizo entre el tiempo antiguo de los viajes y el tiempo nuevo y más veloz de la Revolución Industrial. Como los cuadros de Monet, las páginas de Flaubert están llenas de nubes de vapor. La novela empieza inolvidablemente en un barco primitivo de vapor que emprende un viaje por el Sena en septiembre de 1840, y en esas primeras páginas está la excitación de un medio nuevo y todavía casi pavoroso, de una tecnología que ha irrumpido para cambiarlo todo: las tablas del buque tiemblan por la vibración de la caldera, el humo del carbón llena el aire. En su primer regreso a París, Frédéric Moreau viaja interminablemente en una diligencia: muy poco después ya le da vértigo el campo visto desde la ventanilla de un tren, en esa época en la que por primera vez en la historia humana se podía alcanzar una velocidad superior a la del galope de un caballo.

Flaubert me acompañada en la sala del aeropuerto de Madrid o de Zúrich, en las habitaciones de los hoteles, en los trayectos en tren. Cambiando a diario de sitio la permanencia de esa novela es como el hilo narrativo que une imágenes descabaladas de lugares. Lo asombroso de su tiempo interior es que resulta perfectamente plano. Empieza y no hay más progresión que la cronológica. No hay golpes de efecto, ni acelerones de melodrama, ni saltos hacia el pasado. Flaubert, a la manera de Cervantes en esos capítulos del Quijote en los que no sucede nada, cuenta el fluir de la vida exactamente como es, no como lo quiere la literatura. Frédéric Moreau es quizás el primer héroe de novela que no hace nada en particular para llegar a serlo. Se enamora como los personajes de las novelas románticas pero su amor no va a ninguna parte. Es ese arquetipo del provinciano que marcha a la capital para labrarse un destino pero a él la energía de la huida y de la ambición se le agotan nada más llegar a París. Mira las cosas con la atención y el desapego de una cámara. Lo registra todo y no hace nada. Su inactividad la entiendo más intuitivamente en este viaje alemán en el que paso mucho tiempo solo y fijándome en los lugares y en las personas aislado además por mi ignorancia del idioma.

Así de distraídamente asiste Frédéric Moreau a los hechos históricos. Deambula por ellos como por las calles de París y por las casas de la gente, los palacios de los ricos atestados de objetos lujosos, los apartamentos burgueses con sus adornos de un mal gusto complicado y trivial. Flaubert habla de las efervescencias políticas que calentaron las vísperas de la revolución de 1848, pero muchas veces podría estar hablando casi de ahora mismo, enumerando el mismo catálogo de personajes alucinados o aprovechados o las dos cosas a la vez: los que aman ardientemente a la humanidad pero no tienen miramientos hacia los seres humanos; los aprovechados que cambian de lealtades con una agilidad de contorsionistas y con una perfecta tranquilidad de conciencia; los que adoran con tanta sinceridad el poder, sea cual sea que, dice Flaubert, "serían capaces de pagar por venderse".

Flaubert es al mismo tiempo lapidario y expresivo. Su atención aguda a los detalles visuales y a las tonterías de las modas del idioma lo induce a uno a una gimnasia sin desmayo de la observación. Parece que lo veía todo, que lo escuchaba todo, que no dejaba de anotar con una mezcla de exasperación y de deleite todas las muletillas lingüísticas, al mismo tiempo que buscaba un grado máximo de pureza y naturalidad en el estilo. Cuánto aprendió nuestro Josep Pla, por ejemplo, de su manera de adjetivar, logrando combinar en la misma línea lo inusitado y lo común.

Pero se me acaban casi al mismo tiempo las horas del viaje, las páginas de la novela. La ingeniería narrativa de Flaubert es tan infalible, tan ligera, tan sabia, como la de quienes hicieron este tren del que tengo tan pocas ganas de bajarme.

(publicado ontem, no suplemento Babelia do jornal El País)

O Estado Palestiniano, por Mario Vargas Llosa

El reconocimiento por la ONU es un acto de justicia con un pueblo cautivo. Se precisa una presión internacional para que los dirigentes israelíes salgan de su encastillamiento prepotente.

Cuál debería ser la posición de un amigo de Israel ante al pedido del presidente Mahmud Abbas de que la ONU reconozca a Palestina como un Estado de pleno derecho? Convendría antes definir qué entiendo por "amigo de Israel", ya que en esta definición caben actitudes distintas y contradictorias. A mi juicio, es amigo de Israel quien, reconociendo el derecho a la existencia de ese país -admirable por tantas razones- obra, en la medida de sus posibilidades, para que ese derecho sea reconocido por sus vecinos árabes e Israel, garantizado su presente y su futuro y pueda vivir en paz y armonía dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas.

En la actualidad, Israel se halla lejos de alcanzar semejante estabilidad y seguridad. Es verdad que vive un notable progreso económico, gracias a su desarrollo tecnológico y científico tan bien aprovechado por la industria, y que su poderío militar supera con creces el de sus vecinos. Pero tanto en el interior como en el exterior la sociedad israelí experimenta una crisis profunda, como se vio hace poco en sus principales ciudades con las formidables demostraciones de sus indignados, que manifestaban su hartazgo con los sacrificios y limitaciones de todo orden que impone a la sociedad civil el estado crónico de guerra larvada en que se eterniza su existencia y el deterioro de su imagen internacional que, probablemente, nunca se ha visto tan dañada como en nuestros días.

El antisemitismo no explica este desprestigio como quisieran algunos extremistas, que divisan detrás de toda crítica a la política del Gobierno de Benjamín Netanyahu el prejuicio racista. Este no ha desaparecido, por supuesto, porque forma parte de la estupidez humana -el odio hacia el otro que se encarniza contra el negro, el árabe, el amarillo, el gitano, el indio, el cholo, el homosexual, etcétera-, pero la realidad es que, en nuestros días, Israel ha perdido aquella superioridad moral que la opinión pública del mundo entero le reconocía, cuando la imposibilidad de un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes parecía sobre todo culpa de aquellos, por su intolerancia a reconocer el derecho de Israel a la existencia y su justificación del terrorismo. Ahora, la impresión reinante y justificada es que aquella intolerancia ha cambiado de campo y el obstáculo mayor para que se reanuden las negociaciones de paz con los palestinos es el propio Gobierno de Netanyahu y su descarado apoyo político, militar y económico al movimiento de los colonos que sigue extendiéndose por Cisjordania y Jerusalén oriental y encogiendo como una piel de zapa el que sería territorio del futuro Estado palestino.

El avance y multiplicación de los asentamientos de colonos en territorio palestino, tanto en Cisjordania como en Jerusalén Oriental, que no ha cesado en momento alguno -ni siquiera durante el período de cuarentena que dijo imponer el Gobierno-, hace que sean muy poco convincentes las declaraciones de los actuales dirigentes israelíes de que están dispuestos a aceptar una solución negociada del conflicto. ¿Cómo puede haber una negociación seria y equitativa al mismo tiempo que los colonos, armados hasta los dientes y protegidos por el Ejército, prosiguen imperturbables su conquista del Gran Israel?

En el último viaje del primer ministro israelí a Washington, Netanyahu se permitió desairar al presidente Obama, mandatario del país que ha sido el mejor aliado y defensor de Israel, al que subsidia anualmente con más de tres billones de dólares, porque Obama propuso que se reabrieran las negociaciones de paz bajo el principio de los dos Estados, en el que el palestino tendría las fronteras anteriores a la guerra de 1967, propuesta sensata, convalidada por la ONU y la opinión internacional, a la que en principio ambas partes se habían declarado dispuestas a aceptar como punto de partida de una negociación. El desaire de Netanyahu contó con el apoyo de un sector del Congreso estadounidense y de las corrientes más extremistas del lobby judío norteamericano, pero las encuestas mostraron de manera inequívoca que aquella actitud prepotente debilitó aún más la solidaridad con Israel de una parte importante de la opinión pública de los Estados Unidos, donde la primavera árabe ha sido recibida con simpatía, como un proceso democratizador en la región que debería, a la corta o a la larga, traer a Israel más beneficios que perjuicios.

Creo que a mediano o largo plazo el numantismo -convertir a Israel en un fortín militar inexpugnable, capaz de pulverizar en caso de amenaza a todo su entorno- y la sistemática destrucción de la sociedad palestina, desarticulándola, cuadriculándola con muros, barreras, inspecciones, expropiaciones y reduciendo cada vez más su espacio vital mediante el avance de las colonias de extremistas fanáticos empeñados en resucitar el Israel bíblico, son políticas suicidas, que ponen en peligro la supervivencia de Israel. Por lo pronto, esas políticas solo han servido para multiplicar la tensión y crear un clima en el que en cualquier momento podría estallar una nueva Intifada. Y, por supuesto, un nuevo conflicto bélico en una región donde, demás está decirlo, la causa palestina tiene un respaldo unánime. Por otro lado, una de las consecuencias más lamentables de estas políticas es que lo mejor que tenía Israel para mostrar al mundo -su sistema democrático- ha perdido su carácter modélico, al ser poco menos que expropiado por coaliciones de ultranacionalistas que, como las que sostuvieron a Sharon y sostienen ahora a Netanyahu, han ido introduciendo reformas y exclusiones que limitan y discriminan cada vez más la libertad y los derechos de los árabes israelíes (casi un millón de personas), convertidos hoy en día en ciudadanos de segunda clase.

Creo que desde el gran fracaso de las negociaciones de Camp David y Taba del año 2000-2001, auspiciadas por el presidente Clinton, en las que Arafat cometió la insensatez de negarse a aceptar una propuesta en la que Israel reconocía el 95% de los territorios de la orilla occidental del Jordán y la franja de Gaza y que los palestinos participaran en la administración y gobierno de Jerusalén Oriental, la sociedad israelí ha tenido un proceso de radicalización derechista. El campo de los partidarios de la moderación, la negociación y la paz se ha reducido hasta la inoperancia política. Ese campo fue muy fuerte e influyente y gracias a él fueron posibles los acuerdos de Oslo, que tantas esperanzas despertaron. Eso, en nuestros días, ha quedado tan atrás que, pese a haber pasado tan pocos años, parece la prehistoria.

Y, sin embargo, pese a todo, creo que hay que volver a ese camino, pues, si se persevera en el actual, no habrá solución alguna sino más guerra, violencia, sufrimiento, en Palestina, Israel y todo el Oriente Próximo. Para ello, es indispensable una presión internacional que induzca a los dirigentes israelíes a salir de su encastillamiento prepotente y los convenza de que la única solución real saldrá no de la fuerza militar sino de una negociación seria, con concesiones recíprocas.

El reconocimiento del Estado palestino por las Naciones Unidas es un acto de justicia con un pueblo cautivo en su propio país que vive una servidumbre colonial intolerable en el siglo XXI. Reconocer este hecho no implica justificar a las organizaciones terroristas ni a los fanáticos de Hamás que se niegan a reconocer el derecho a la existencia de Israel, sino enviar un mensaje de aliento a la gran mayoría de los palestinos que rechazan la violencia y aspiran solo a trabajar y vivir en paz, como los indignados israelíes. Aunque representan ahora solo una minoría, muchos ciudadanos de Israel están lejos de solidarizarse con las políticas extremistas de su Gobierno y luchan por la causa de la paz. Los verdaderos amigos de Israel debemos aliarnos con ellos, en su difícil resistencia, porque son ellos quienes advierten con lucidez y realismo que las políticas belicistas, intolerantes, represivas y de apoyo a la expansión de los asentamientos de Benjamin Netanyahu tendrán consecuencias catastróficas para el futuro de Israel.

La primavera árabe crea un contexto histórico y social que debería servir para facilitar una solución negociada bajo el principio de los dos Estados que ambas partes, en principio, dicen aceptar. Pero hay que poner en marcha esa negociación cuanto antes, para evitar que los extremistas de ambos bandos precipiten hechos de violencia que la posterguen una vez más. Podría no haber otra oportunidad.

(Crónica de Mario Vargas Llosa publicada hoje no La Republica (Lima) e no El País)


Touradas? Na Catalunha não!

O Parlamento da Catalunha tinha decidido proibir as touradas. Hoje, ao fim da tarde, decorrerá a última. A Catalunha é a segunda região autónoma de Espanha, depois das Canárias, a aprovar a proibição das corridas de touros no seu território.
Só as tradições edificantes devem ser preservadas.
Um contributo para um mundo menos violento.
A Catalunha põe fim a um espectáculo degradante, bárbaro e cruel!

quinta-feira, 22 de setembro de 2011

Panurgo está vivo e mora no Funchal

"(...) em certo ponto do terceiro livro, Pantagruel oferece o governo de Salmigondin a Panurgo, (...) Pouco tempo depois de ser empossado, Panurgo conduz a economia de Salmigondin à bancarrota. Pantagruel, que é uma espécie de Tribunal de Contas, mas mais diligente e atento, pergunta-lhe quando é que ele tenciona pagar as suas dívidas. É então que Panurgo responde celebremente: nunca. Ter dívidas, diz ele, é um dos segredos da vida longa e feliz. Quando se contrai uma dívida, prossegue, os credores rezam por nós para que Deus nos dê muita saúde, intercedem a nosso favor junto da toda a gente para que nada de mal nos aconteça e tentam angariar quem nos empreste mais dinheiro, para tentarem recuperar o deles. (...) O elogio que Jardim tem feito excede , em invenção e desfaçatez, o de Panurgo, uma vez que Rabelais era um génio mas não conseguia efabular tão alto. A cronologia dos factos é interessante e difícil de acompanhar. No domingo, Jardim negou que houvesse dívidas. Na segunda-feira, admitiu que havia dívidas, mas negou que as tivesse ocultado. Na terça, admitiu que tinha ocultado as dívidas em legítima defesa da Madeira. Na quarta, negou ter admitido que tivesse ocultado as dívidas. Hoje é quinta, e não se sabe ainda o que vai dizer - e nenhum de nós tem imaginação suficiente para se deitar a adivinhar."
(Excertos da crónica de Ricardo Araújo Pereira publicada hoje na revista Visão, onde se refere ao terceiro livro da série Gargantua - Pantagruel, da autoria de François Rabelais (1494-1553))

quarta-feira, 21 de setembro de 2011

Júlio Resende

Foto de uma pequena parte do painel "Ribeira Negra"

Júlio Resende foi um "Cronista admirável do Porto, não tanto reparado por não se servir de palavras", segundo Eugénio de Andrade. Do painel "Ribeira Negra", disse Eugénio de Andrade: "magnificente historial da miséria e da grandeza da população ribeirinha do Porto".

(do site do Ateneu Comercial do Porto)


A visitar: Lugar do Desenho/Fundação Júlio Resende

terça-feira, 20 de setembro de 2011

Edifício Living Foz premiado

O edifício Living Foz, no Porto, projectado por Paulo Fernandes Silva, do atelier dEMM, venceu o prémio internacional de arquitetura “Leaf Awards 2011”, na categoria Young Architect of The Year.

O Living Foz, cuja construção esteve envolvida em polémica, porque a Câmara do Porto chegou a decretar o embargo da empreitada no final de 2010, “é uma nova abordagem na arquitetura dentro do que se faz na habitação”, considerou hoje, em declarações à Lusa, o criador deste edifício, que desenvolveu o seu trabalho contando com a colaboração dos arquitetos Isabela Neves e Tiago Soares Lopes.

Para Paulo Fernandes Silva, de 28 anos, este prémio, que foi divulgado na sexta-feira, em Londres, “é muito importante, porque demonstra conhecimento do que se faz na habitação”. “Trabalhos comerciais raramente são premiados”, disse o arquiteto, acrescentando que o Living Foz concorria nesta categoria ao lado de uma capela, em Guerrero, no México, um edifício de escritórios de uma empresa de comunicações da Catalunha, em Barcelona, e o edifício do governo da Catalunha, em Girona. O Living Foz, construído e promovido pela empresa J.Camilo, situa-se numa zona com vista sobre o mar e a foz do rio Douro e possui varandas em todo o seu perímetro. Paulo Fernandes Silva referiu à Lusa que o júri, liderado por Irving Brauer, “comentou e elogiou diversos aspetos do projeto”, destacando, por exemplo, “o privilégio das relações entre interior e exterior, de modo a usufruir da vista panorâmica e da exposição solar”. Também a sua forma foi comentada pelo júri, que, de acordo com Paulo Silva, referiu ser “enfatizada pelos contrastes entre o betão branco à vista e os painéis de ‘glass reinforced concret’”. O júri disse ainda que “o princípio geométrico e material das fachadas estende-se aos arranjos exteriores, criando espaços de circulação, de afastamento e de paragem”, concluiu o jovem arquiteto, que se formou na Faculdade de Arquitetura da Universidade do Porto. O projeto português House in Melides, em Grândola, do arquiteto Pedro Reis, estava também na lista dos 47 finalistas, concorrendo na categoria “Residential Building of The Year, mas o júri escolheu como vencedor o Punta House, que o gabinete de arquitetura brasileiro MK27 projetou no Uruguai. Esta foi a nona edição dos prémios “Leaf Awards”, que pretendem “honrar os arquitetos que projetam edifícios e soluções que servem de referência para a comunidade de arquitetos a nível internacional”. Os “Leaf Awards” já premiaram arquitectos como Zaha Hadid, David Chipperfield, SOM, Steven Holl e Terry Farrell.

(notícia encontrada aqui)

Eduardo Souto de Moura projecta "Romeu e Julieta"

Eduardo Souto de Moura apresentou o anteprojecto de ampliação da Fundação Cupertino de Miranda, em Vila Nova de Famalicão. A ampliação consta, fundamentalmente, da construção de uma segunda torre metálica e leve, em contra-ponto com a já existente que se apresenta como um volume granítico e maciço.Souto de Moura disse ter procurado que a nova torre crie "empatia" com o velho edifício como se de Romeu e Julieta se tratasse. A nova torre terá cerca de 40 metros de altura, enquanto que a já existente tem 10 pisos e 34 metros de altura, mas o novo terá mais um andar, de forma a permitir o prolongamento da sala de eventos para o terraço do edifício existente.

 Os dois edifícios terão cinco pontos de ligação.

Souto de Moura revelou as fontes onde foi beber as ideias para o novo Museu do Surrealismo: o Instituto Lina Bo Bardi, em S. Paulo, pela solução de geminação; o Museu Iberê Camargo em Porto Alegre, onde foi buscar as pontes de ligação exterior entre os dois edifícios e o Centro Pompidou, para os tubos técnicos do lado de fora duma das paredes.

(post baseado nas notícias do Correio do Minho e do Público)

segunda-feira, 19 de setembro de 2011

valter hugo mãe

No passado dia 8 de Julho, o escritor valter hugo mãe (em minúsculas por opção do próprio) emocionou uma plateia de 2000 pessoas, na Flip (Festa Literária Internacional de Parity), no Brasil, com um relato acerca dos primeiros brasileiros que conheceu. Escreveu o texto no iPhone. Podemos ouvir e ver valter hugo mãe a ler esse texto aqui.

Glenn Close

Glenn Close recebeu o prémio de carreira no Festival de Cinema de San Sebastian, em Espanha. Recebida pela audiência com um longo aplauso, Glenn Close foi distinguida com o prémio Donostia de carreira no dia em que foi apresentado, no festival, o filme "Albert Nobbs", do realizador colombiano Rodrigo García, filho do escritor Gabriel García Marquez.

domingo, 18 de setembro de 2011

O Cisne, de Teresa Vilaverde

Sobre o seu filme e a mensagem que pretende transmitir com ele, diz Teresa Vilaverde:
"O cisne com as suas asas canta isto" escreveu Alcman, um poeta grego, no séc. VII a. C.. Esse verso é tudo o que resta hoje do poema; nada mais chegou até nós. Nunca saberemos o que o cisne cantava, mas sabemos que, de facto, cantava. Gosto da elusividade e da incerteza das coisas. Estou cada vez mais convencida de que tudo acontece em intervalos. Entristece-me que o cinema se tornou em algo completamente digital, e que os espaços pretos entre as imagens se perdeu. Valorizo a liberdade no cinema e na vida. Queria fazer um filme sobre pessoas que são livres, e sem medo de se lançarem do cume da montanha”. ( in site do Festival de Veneza)

Viragem na Dinamarca

Helle Thorning-Schmidt, líder do SPD trabalhista, de 44 anos, venceu as eleições na Dinamarca, tornando-se a primeira mulher a governar o país.

A esquerda recuperou o poder, pondo termo a uma década de reformas liberais e de um controlo cada vez mais apertado da imigração. Terminaram assim 10 anos de sucessivos governos de centro-direita apoiados pelo populista Partido Popular Dinamarquês (DF), que deixará de ser o partido de extrema-direita mais influente da Europa. A extrema-direita retrocede, pela primeira vez em décadas, mas mantém-se como terceira força política, com um resultado de 12,3% a que correspondem 22 deputados (tinha 25). A direita, incluindo o DF, obteve 48,9% e 86 deputados.

A aliança vencedora que é constituída por quatro partidos de esquerda - sociais-democratas, verdes, social-liberais e socialistas - obteve 50,3% dos votos e 89 dos 179 mandatos no Parlamento de Copenhaga. A coligação pode garantir a maioria absoluta com o apoio de apenas um dos quatro deputados que correspondem às Ilhas Faroe e à Gronelândia (terá, certamente, o apoio de dois).

As eleições tiveram uma participação de 87,7% - o resultado mais elevado dos últimos anos.

Com Rasmussen desaparece também a grande influência na política dinamarquesa dos populistas do DF. Apesar de não ter integrado os sucessivos governos minoritários de centro-direita liderados pelos liberais (Venstre) desde 2001, a direita populista do DF soube impor políticas suas em troca do necessário apoio parlamentar. A Dinamarca adoptou por isso uma das políticas de imigração mais restritivas da Europa. Após três eleições legislativas dominadas pelo debate sobre a imigração, a campanha de 2011 centrou-se na crise e no aumento do desemprego.

Uma das decisões forçadas pelo DF, tomada durante este Verão, foi a construção de postos fronteiriços ao longo da fronteira Dinamarca/Alemanha. Prevê-se que a coligação vencedora abandone esse plano.

A Dinamarca tem uma economia estável e finanças saudáveis, apesar de atravessar um período económico desfavorável marcado por um aumento do desemprego e por uma queda acentuada na construção civil e no mercado imobiliário. Tem um défice público de 4,6% do produto interno bruto (PIB) e uma taxa de desemprego jovem de cerca de 10%. São números astronómicos para um país escandinavo. Além disso, o mercado imobiliário sofreu um sério retrocesso. Segundo os inquéritos realizados durante a curta campanha eleitoral, três quartas partes dos dinamarqueses consideram que o problema mais grave do seu país é, actualmente, a situação económica. A crise do euro não afecta directamente a Dinamarca, que mantém a coroa como divisa.

Os sociais-democratas propõem-se combater a crise com investimentos públicos, maior intervenção estatal na economia, reformas no mercado de trabalho, políticas mais sociais, estímulo ao emprego. O novo executivo promete aumentar os impostos para os mais ricos, amenizar a política de refugiados e manter a Dinamarca fora do euro.

A Dinamarca irá assumir a presidência rotativa da União Europeia a partir de Janeiro.

(post baseado, fundamentalmente, num artigo do El País)

Jacques Delors indignado

Do site do jornal Le Monde:

Jacques Delors "indigné" par les divisions au sein de l'Union européenne

L'ex-président de la Commission européenne Jacques Delors s'est "indigné" samedi 17 septembre des divisions au sein de l'Union européenne sur les mesures à prendre face à la crise financière, au moment où s'achève une réunion des ministres des finances européens en Pologne.

"Hier soir, les 17 (ministres des finances de la zone euro réunis en Pologne) – alors que la spéculation est là, que l'incertitude est partout – n'ont pas pu se mettre d'accord" sur le versement d'une nouvelle tranche de prêt à la Grèce "et ont renvoyé leur décision à mi-octobre", a-t-il dit sur RTL. "Ca veut dire que ces 17 ministres qui sont dans un paquebot au milieu d'une tempête ont discuté avec des petits calculs (...). C'est une honte !", a lancé l'ancien responsable socialiste.

L'EURO "AU BORD DU GOUFFRE" (O euro à beira do abismo)

"Je porte le deuil aujourd'hui et je suis indigné (...). Ce qu'ils ont fait hier a porté un coup terrible à tous ceux qui, depuis 1948, s'attachent à avoir une vision d'une Europe en paix et d'une Europe prospère", a encore dit l'ancien patron de l'exécutif européen. "J'avais dit il y a trois semaines que l'euro était au bord du gouffre, on m'a dit que c'était une manière d'affoler les marchés mais hélas, les événements m'ont donné tristement raison", a-t-il encore dit.

La réunion de Wroclaw n'a pas permis d'avancer sur la concrétisation du second plan d'aide de près de 160 milliards d'euros promis à la Grèce, menacée, sans perfusion financière internationale, d'un défaut de paiement. Le dossier bloque en particulier sur l'exigence finlandaise de garanties financières en échange de nouveaux prêts.

sábado, 17 de setembro de 2011

Soneto de Sá de Miranda

Quando eu, senhora, em vós os olhos ponho,
e vejo o que não vi nunca, nem cri
que houvesse cá, recolhe-se a alma a si,
e vou tresvaliando, como em sonho.

Isto passado, quando me desponho.
e me quero afirmar se foi assi,
pasmado e duvidoso do que vi,
m'espanto às vezes, outras m'avergonho.

Que, tornando ante vós, senhora, tal,
quando m'era mister tant' outr'ajuda,
de que me valerei, se alma não val?

Esperando por ela que me acuda,
e não me acode, e está cuidando em al,
afronta o coração, a língua é muda.

(al – alguma coisa, outra coisa
tresvaliar – devanear, delirar)

sexta-feira, 16 de setembro de 2011

Viagem a Portugal

Portugal, país de gente cruel, racista, vigarista e hipócrita. É este o retrato que o filme “Viagem a Portugal” dá do nosso país.

O filme conta a história de uma ucraniana que é impedida de entrar em Portugal porque a polícia a tomou por uma prostituta, talvez por viajar muito embonecada. Maria – é o nome da cidadã ucraniana – apenas fala russo e conhece algumas palavras em francês. Estamos no fim da tarde do dia 31 de Dezembro de 1998 e não há nenhum tradutor. Gera-se um diálogo de surdos. Maria sente-se envolvida num processo kafkiano por não compreender de que a acusam. Ainda por cima é médica e, por isso, se considera acima de qualquer suspeita. É revistada pormenorizadamente, já que chega a haver a suspeita de que poderá trazer droga consigo. Maria sentiu como uma humilhação, a forma como foi revistada. Surge então o seu marido que a tinha ido esperar ao aeroporto. É um senegalês que estudou medicina com Maria na antiga União Soviética. Sim, é negro. As suspeitas de imigração ilegal aumentam. O marido de Maria é algemado sem um motivo suficientemente forte. Maria dorme numa cela de detenção. Um pesadelo!

A história que é contada baseia-se em factos reais. Relativamente ao que aconteceu há a distinguir 3 versões:

1-O que de facto sucedeu

2-A forma como Maria interpretou os factos

3-A forma como a polícia interpretou os factos.

Quando menor a comunicação entre os intervenientes, mais diferentes serão aquelas versões. E neste caso a comunicação foi muito, muito escassa.

Creio que o realizador tentou mostrar que, durante o interrogatório a que a inspectora da polícia sujeitou Maria havia, pelo menos, dois pontos de vista. Para isso, utilizou sequências de plano, contra-plano, isto é: após um diálogo em que a câmara mostrava o rosto da inspectora, o diálogo foi repetido mas passando o espectador a ver apenas o rosto de Maria. Só que, para mostrar que havia duas leituras para os mesmos factos, deveriam os actores, ao mudar o plano, dar uma entoação diferente às mesmas palavras.

Quaisquer que tenham sido as intenções do realizador, o que conseguiu foi produzir um filme que não deixa margem para duas leituras. Afinal só nos é contada uma versão dos factos: a versão que está de acordo com o que Maria sentiu. E, no filme os portugueses assumem apenas atitudes negativas. A única pessoa que tem uma palavra de compreensão para com Maria é o tradutor ucraniano que é chamado no dia seguinte ao da chegada. Segundo o filme, os portugueses são cruéis, racistas, vigaristas e hipócritas. Cruéis porque nenhum português mostra compreensão relativamente ao drama que Maria e o marido estão a viver. Racistas porque o facto de o marido de Maria ser negro só vem fazer piorar a sua situação. Vigaristas porque o funcionário da agência de viagens tem uma conduta muito duvidosa. Hipócritas porque por trás dos apregoados brandos costumes se escondem uma crueldade e uma violência psicológica extremas.

De destacar a bela fotografia a preto e branco de Edgar Moura que em muito contribui para a eficácia da mensagem transmitida.

Também destaco as extraordinárias interpretações de Maria de Medeiros e de Isabel Ruth.

terça-feira, 13 de setembro de 2011

Felipe Gonzalez diz que Europa está à beira do precipício

O ex-presidente do governo espanhol Felipe Gonzalez pediu, na segunda-feira, às instituições e aos líderes europeus que reconheçam que se está "à beira do precipício" e assumam "o grau de alarme e emergência que a situação exige".

Felipe Gonzalez falava na apresentação do livro 'La fragmentación del poder europeo', de José Ignácio Torreblanca, na sede da Fundação Mapfre, em Madrid, noticia a EFE.

"O diagnóstico tem de ser severo, rigoroso e deve ter o grau de alarme e emergência que a situação exige. Estamos à beira do precipício", afirmou. "Por que não dizer que estamos à beira do precipício? Ou é preciso saltar para o precipício para reagir?", lançou Felipe Gonzalez.

Mostrando-se apologista de os líderes europeus falarem "honestamente" com os cidadãos sobre os problemas que tem a União Europeia (UE), que, na sua opinião, "está mal e a reagir em agonia" à crise económica.

"Como não tenho responsabilidade institucional, digo o que me apetece", esclareceu o antigo chefe do Executivo espanhol, considerando que os problemas europeus têm solução, mas que é necessário que os Estados Membros reconheçam a situação institucional e económica em que estão, sobretudo devido ao caso de Atenas.

Felipe Gonzalez comparou os mandatários europeus a "galgos que correm atrás de uma lebre mecânica que nunca se sabe quem carrega". Para o político, atribui-se a culpa aos mercados porque não se sabe quem leva essa lebre, "atrás da qual correm os galgos e, quando pensam que a vão morder, estão a dez metros e voltam a correr em agonia para morder a lebre e separam-se outra vez". Gonzalez considera que é assim que se viveu o mês de Agosto, referindo-se às turbulências nos mercados.

O ex-presidente do governo insistiu que se os líderes e as instituições da UE "não têm a sensação de que se está à beira de um abismo, que pode não ser reversível, segue-se uma política agonizante de perseguir a lebre enquanto os galgos vão à falência".

Sobre a Grécia, Gonzalez interroga-se sobre se é possível resgatar o país, bem como se submetê-lo a uma redução do défice a "velocidade de cruzeiro" não poderia ser contraproducente.

O antigo presidente do governo espanhol considerou compreensível que não se esteja a investir na Europa, "começando por Espanha, porque ninguém vê uma perspectiva de crescimento estável a três, quatro ou cinco anos".

Como tem feito nas últimas semanas, Felipe Gonzalez reclamou uma política económica e orçamental comum na UE e que se dê início à criação de 'eurobonds' [obrigações europeias], o que, considera, daria estabilidade às contas de cada país.

Gonzalez disse ainda que os cidadãos não compreendem o que se está a passar na Europa e que os políticos, em vez de apresentar uma explicação, estão a "contribuir para a confusão".

(publicado no site do Diário de Notícias)

Um desastre impecável, por Paul Krugman

Na quinta-feira passada, Jean-Claude Trichet, o presidente do Banco Central Europeu (BCE), perdeu o sangue frio. À indagação se o BCE estaria se tornando um “banco ruim” por causa das compras da dívida podre de nações em dificuldades, Trichet levantou a voz e reiterou que sua instituição agiu “de maneira impecável, impecável”, como guardiã da estabilidade dos preços.

E de fato agiu. E é por isso que o euro agora está à beira do colapso.

A turbulência financeira na Europa deixou de ser um problema das pequenas economias periféricas, como a Grécia. O que se aproxima neste momento é uma corrida dos mercados em grande escala nas economias muito maiores da Espanha e da Itália. A esta altura, os países em crise representam um terço do Produto Interno Bruto (PIB) da área do euro, portanto é a própria existência da moeda que está ameaçada.

Tenho lamentado bastante a “fiscalização” do discurso econômico aqui nos Estados Unidos, o fato de uma preocupação prematura com os déficits orçamentários ter desviado a atenção de Washington do atual desastre do emprego. Mas não somos os únicos a esse respeito e, na realidade, os europeus estão em condições muito piores.

Se dermos ouvidos a muitos líderes europeus – principalmente, mas não apenas aos alemães – acharemos que os problemas do continente se reduzem a uma simples alegoria moral sobre dívida e punição: os governos que se endividaram demais agora pagam o preço do seu endividamento, e a austeridade fiscal é a única resposta.

Entretanto, essa história se aplica apenas à Grécia e a nenhum outro país. A Espanha, particularmente, registrava um superávit orçamentário e um baixo endividamento antes da crise financeira de 2008; poderíamos dizer que a sua situação fiscal era impecável. E embora tenha sido profundamente afetada pelo colapso do seu boom da habitação, é ainda um país relativamente pouco endividado, e é difícil afirmar que a condição fiscal subjacente do governo da Espanha seja pior do que, por exemplo, a do governo da Grã-Bretanha.

Portanto, por que a Espanha – juntamente com a Itália, que tem um endividamento maior, mas déficits menores – enfrenta um problema tão grave? A resposta é que esses países poderão sofrer algo muito semelhante a uma corrida aos bancos, com a exceção de que a corrida é aos seus governos e não, ou mais precisamente também, às suas instituições financeiras.

Essa corrida funciona da seguinte maneira: os investidores, por qualquer razão, temem que um país deixe de pagar a sua dívida. Por isso, não estão mais dispostos a comprar os títulos daquele país, ou pelo menos não até receberem a proposta de um juro muito elevado. Por outro lado, o fato de aquele país ter de rolar sua dívida a altas taxas de juros agrava as perspectivas fiscais, mais provavelmente dificultando o calote, e a crise de confiança se torna uma profecia que acaba se realizando. Quando isso ocorre, torna-se também uma crise do setor bancário, porque em geral os bancos de um país investem pesadamente na dívida do governo.

Agora, um país com uma moeda própria, como a Grã-Bretanha, pode impedir que isto aconteça. Espanha e Itália, entretanto, adotaram o euro e não têm mais moeda própria. Consequentemente, a ameaça concreta de uma crise é muito real – e os juros da dívida espanhola e italiana são mais que o dobro dos da britânica.

O que nos traz de volta ao impecável BCE. O que Trichet e seus colegas deveriam estar fazendo, neste momento, é comprar os títulos da dívida espanhola e italiana – ou seja, fazer o que esses países estariam fazendo por conta própria se ainda tivessem suas próprias moedas. O que agrava o problema é a obsessão do BCE em manter seu “impecável” histórico de estabilidade dos preços: num momento em que a Europa precisa desesperadamente de uma recuperação vigorosa e uma inflação modesta, na realidade, ajudaria. Ao contrário, o banco estabeleceu um aperto monetário, tentando afastar a o risco da inflação.

E agora a situação está chegando a um ponto crítico. Não estamos falando de uma crise que ocorrerá daqui a um ano ou dois: esta coisa desabará em questão de dias. E se isso acontecer, o mundo inteiro sofrerá.

Portanto, o BCE fará o que deve ser feito – emprestar dinheiro sem restrições e cortar os juros? Ou os líderes europeus continuarão muito preocupados em punir os devedores para salvarem a si mesmos? O mundo inteiro está observando.

(publicado hoje n'O Estadão, tradução do artigo publicado anteontem no The New York Times)

domingo, 11 de setembro de 2011

Reflexiones sobre una moribunda, por Mario Vargas Llosa

Las utopías sociales, esas tentativas –generosas o perversas– de reordenar la sociedad humana de acuerdo a un principio religioso o político, han sembrado la historia de cadáveres. Pese a ello, se han sucedido unas a otras, cada cual más catastrófica que la anterior, de modo que debemos aceptar como un hecho irreversible que los seres humanos necesitamos (y, por tanto, seguiremos buscando) esa sociedad perfecta o mudanza del paraíso a la tierra que cada utopía social se propone realizar.

En el pasado fueron los sarracenos y los cristianos los que combatieron a muerte, entre ellos y dentro de ellos, para purgar al mundo de impíos, infieles, supersticiosos, apóstatas, desviacionistas y bárbaros de toda clase, e imponer una humanidad de fieles purificados y ortodoxos al servicio del verdadero dios y la verdadera religión. Pero las utopías más sanguinarias fueron las del siglo veinte, las ideológicas, que batieron todas las marcas en el número de víctimas y sufrimientos que causaron. El sueño nazi de una humanidad de razas superiores, limpia de judíos, negros, gitanos, de tarados, degenerados, y de pueblos esclavos al servicio del amo ario, provocó el holocausto y una guerra mundial que devastó cinco continentes. La muy generosa utopía comunista de crear una sociedad sin clases y sin explotación del hombre por el hombre no fue menos terrorífica, si se piensa que sólo entre el gulag soviético y la revolución cultural china liquidaron (cálculo conservador) cuarenta millones de personas.

Siempre pensé que la creación de una Europa unida, integrada y sin fronteras, iba a ser la primera tentativa social colectiva que, a diferencia de las otras, no fracasaría y conseguiría su designio de acabar con los nacionalismos que, a lo largo de la historia, enfrentaron en matanzas insensatas a los países y a las culturas que forman el llamado Occidente. Se me objetará que la idea de la Unión Europea no es “utópica”, palabra cargada de irrealidad, sino un proyecto político perfectamente realista y sustentado no en principios religiosos o ideológicos (que son también religiosos aunque pretendan ser laicos) sino en convicciones y conocimientos racionales. Bueno, de acuerdo. En todo caso, se trataba de un proyecto extraordinariamente ambicioso, concebido dentro de la cultura de la libertad, organizado con la flexibilidad y diversidad que garantiza la democracia, y que aseguraría la preservación de las tradiciones, lenguas, usos y costumbres y creencias de todos los países miembros, siempre y cuando, claro está, no trasgredieran las normas esenciales del Estado de Derecho.

Ahora que Europa parece a punto de explotar, conviene tener presente que, con todas las críticas que pueden hacérsele, la Europa a medio hacer que tenemos ha conseguido que el viejo continente viva casi sesenta años ininterrumpidos de paz, pues todos los conflictos bélicos de estas últimas décadas, como el de los Balcanes, ocurrieron siempre fuera de los límites de la Unión. Y que, con todo lo que pueda haber fallado en la construcción de Europa, sus logros han sido también impresionantes. Sólo en el caso de España hay que preguntarse si, sin su incorporación a Europa, la transición española de la dictadura a la libertad y de la pobreza a la prosperidad hubiera tenido lugar con la rapidez y falta de quebrantos políticos con que ocurrió. A pesar de todo ello, la Europa que creíamos unida se resquebraja por todas partes, y muchos europeos se alegran de que así sea pues piensan que el experimento integrador ya fracasó y que será mejor volver a la antigua Europa de las naciones y las fronteras. Eso, hoy día, ya no es una mera hipótesis futurista, es una realidad que puede materializarse pronto, atizada por la terrible crisis económica.

¿Qué falló para que la más generosa e idealista empresa política de nuestro tiempo haya entrado en estado agónico? Se equivocan quienes creen responder a esa pregunta con argumentos técnicos, como que fue una precipitación irresponsable poner al alcance de todos los países miembros a la moneda única, que lo prudente hubiera sido escalonar el ingreso al euro de manera progresiva, abriendo las puertas a los países menos avanzados sólo cuando alcanzaran un coeficiente mínimo de solidez financiera, económica e institucional. Esta explicación confunde el efecto con la causa. Si Europa estuviera de veras unida enfrentaría esta prueba sin poner en entredicho la idea misma de la Unión. Pero, la verdad, este formidable proyecto careció siempre de calor popular, fue gestado por burocracias, gobiernos e instituciones, sin que echara raíces en los ciudadanos de a pie, que los movilizara y entusiasmara porque veían en él un ideal que, de concretarse, beneficiaría a todo el mundo, estimulando el progreso económico, las libertades públicas, la solidaridad y la justicia.

También faltó lucidez para aplicar en las políticas económicas y sociales ese mismo realismo que llevó a los fundadores de Europa a impulsar la unión. Si hay algo que la crisis presente ha demostrado es que no se puede vivir en la ficción, algo que la literatura permite, pero no la política ni la realidad “municipal y espesa”. Los países europeos han creado admirables sistemas de bienestar con una visión inmediatista, sin preguntarse si sería posible financiarlos en el futuro, y se han resistido a vivir de acuerdo a sus posibilidades reales, endeudándose para ello de una manera irresponsable. Así salvaban el hoy sin importarles que ese mecanismo de evasión implicara a mediano y largo plazo desastres como el que ahora padecemos.

Salir de la crisis va a significar drásticas reformas y enormes sacrificios de los que las medidas que acaba de tomar el gobierno español de Rodríguez Zapatero son sólo el primer paso. No hay que engañarse: no hay otra solución. El mal está hecho y ahora sólo cabe corregirlo, atacando la raíz. Lo peor es que la situación actual es propicia para que germine la demagogia y la sinrazón del eslogan, el lugar común y el estribillo prevalezca sobre las ideas y el análisis realista. “No hay que rendirse a los mercados” es una frase acomodaticia que circula últimamente por doquier. Tampoco hay que rendirse a la ley de gravedad, por supuesto, y rebelarse contra ella ha dado algunos excelentes poemas. Volver la espalda a los mercados, me temo, no producirá buena literatura, pero sí, es seguro, empeorará la crisis y acabará por destruir todo el progreso económico alcanzado por los países europeos en los últimos años. Eso lo saben todos los políticos, de izquierda y de derecha, pero no se atreven a decirlo, o lo dicen con tantos remilgos que nadie les cree. La excepción son aquellos grupos extremistas, felizmente por ahora todavía marginales, que quisieran resucitar a Lenin o a Mao, y que, sin que se les caiga la cara de vergüenza, dicen que la Cuba de Fidel Castro ha hecho feliz al pueblo cubano.

Si la Unión Europea se desintegra, los países europeos estarán mucho peor de lo que están ahora, todos, los prósperos como Alemania, Francia y los países nórdicos, y los empobrecidos, como Grecia, Irlanda y España. Por eso, una de las razones más poderosas para salvar a la Unión Europea es que ella, unida, enfrentará mejor la crisis y las políticas para salir de ella, que los países librados a su propia suerte. Por eso, en esta hora difícil, acaso la más difícil que Europa haya vivido desde vísperas de la Segunda Guerra Mundial, hay que cerrar filas en defensa de la Unión, y, en vez de asistir indiferentes a su demolición, movilizarse contra ella, conscientes de que quienes quisieran destruirla son los mismos nacionalistas irredentos, encastillados en sus viejos prejuicios, con las mismas orejeras que, en el pasado, les impidieron prever los cataclísmicos efectos que tendrían, para ellos mismos, sus sueños violentistas. Porque en todo nacionalismo, aun en el que de boca para afuera se muestra más circunspecto y tolerante, anida la violencia contra el otro, el diferente, el que no forma parte de la tribu.

La utopía democrática y liberal que gestó la Unión Europea, si no perece en esta crisis, puede acabar con los nacionalismos, que han envenenado la historia moderna, dividiendo a sus pueblos y enfrentándolos en guerras suicidas, demorando su desarrollo y empobreciendo su cultura. Aunque sólo fuera por eso, habría que salvarla. Pero hay muchas razones más para hacerlo. Como que en esta época, de globalización económica, una alianza o federación europea tiene mucho más oportunidades para competir con eficacia en la conquista de mercados –lo único que de verdad crea trabajo y produce riqueza– que un país aislado a los que una crisis como la actual puede reducir de la noche a la mañana a la insolvencia. Y si la Unión Europea sobrevive, tal vez su ejemplo inspire a otras regiones del mundo, como América Latina y el África, donde las divisiones tribales y nacionales han contribuido más que nada a enquistarlas en el subdesarrollo.

(texto publicado hoje no jornal La República, de Lima)